Por Octavio Camelo Romero
Tiempo atrás, hubo una crisis universitaria que trajo como consecuencia la entrega de la Universidad a la SEP para que resolviera según sus intereses y los intereses del Gobierno del Estado, la situación problemática que se vivió. La SEP le entregó a la ANUIES el total manejo universitario y su representante, Asdrúbal Flores, con chequera en mano hizo y deshizo lo que combino al Gobierno Federal y Estatal más no, lo que a la comunidad universitaria convenía. Esa fue una amarga experiencia que no debe de volverse a dar, porque no se resolvió el problema, ante bien, se dejó desbastada la tranquilidad universitaria con la presencia de pandillas violentas y tres rectores al unísono.
Hoy se escuchan voces que plantean entregar la UAN nuevamente a la SEP para que se resuelva la crisis financiera, se pague lo que se adeuda, se corran “aviadores” y se nombre otro Rector.
El asunto de la educación superior tiene una triple vertiente. Por un lado, está la indicación del Banco Mundial de privatizar la educación superior. Por otro, está la pretensión del Gobierno del Estado de imponer a la UAN una ley orgánica por sobre la Autonomía Universitaria. Y en tercer lugar está la postura del Gobierno Federal de no resolver el problema financiero de la UAN mientras no se den ciertos cambios que ellos demandan. Pero, además, en una estrategia violenta, están buscando las autoridades federal y estatal, reventar a la comunidad universitaria, no solventando los compromisos contractuales y provocando una crisis política dentro de la comunidad universitaria. Crisis política que ya se ve venir desde el momento en que se pretende dividir a los universitarios con el planteamiento de la renuncia del Rector que piden algunas voces y el apoyo al Rector de otras voces.
Sin embargo, lo primordial es defender la Autonomía Universitaria y, con ella y dentro de los márgenes universitarios, cambiar o transformar a la UAN. Urge la refundación de la Universidad, y en consecuencia, ella debe convocar a través del Consejo General Universitario a la sociedad nayarita, a los sectores sociales y productivos, a la participación en mesas de trabajo y de discusión en torno a las estructuras académicas y de gobierno, a las relaciones internas y externas de los universitarios, a las políticas educativas, a los mecanismos de elección del Rector, de los directores, de los funcionarios universitarios, etc. Desde luego que el Rector en funciones debe convocar al Consejo General Universitario Fundante
Si los universitarios nayaritas no se vinculan al Pueblo de Nayarit, seguramente la UAN va a ir a parar a manos de la ANUIES y se generará otra crisis política como antaño. En fin
Opina sobre este artículo...