Una izquierda necesaria

Por Joel Saucedo

Con el triunfo de Morena en 2018, todo mundo se confundió y pensó que había ganado la izquierda.
Esa falsa idea fue exhibida de inmediato. Morena es un movimiento que tiene de todo, menos de izquierda.
Se trata de un amasijo nutrido por personajes que renegaron de la verdadera izquierda y se cobijaron en la sombra del “falso mesías”, como lo bautizó “The Economist”.
El partido del Presidente no puede presumir su origen en luchas progresistas, movimientos obreros, campesinos, de estudiantes y guerrilleros.
Sus integrantes son renegados de otros partidos, oportunistas, arribistas y al servicio del mejor postor.
Hoy, Morena sólo puede presumirse como destructor de instituciones, que ha dinamitado el equilibrio de poderes y se ha fusionado con el gobierno.
¿Eso es ser de izquierda? Carlos Elizondo Mayer-Serra, definió al PRD como la alternativa de izquierda que debe limitar el poder del Presidente.
Y como dice, el PRD puso los muertos en su lucha por democratizar el país. Convirtió a la Ciudad de México en un paraíso de derechos y libertades.
López Obrador renunció al PRD porque siempre tuvo diques a su ambición y hambre de poder.
De hecho, desprecia el diálogo, acuerdo y unidad. Para él sólo existe él y nadie más.
Demetrio Sodi, un político que ha militado 45 años en el PRI, PAN y PRD, anticipó su voto por el partido del sol azteca.
¿Las razones? A México le hace falta un partido de izquierda liberal y socialdemócrata, como lo definió Gabriel Cuadri de la Torre.
Y sí, es un partido que ha cometido errores como todos los demás, pero es una izquierda necesaria para equilibrar los pesos y contrapesos en alianzas y acuerdos.

Twitter: @JoelSaucedo
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