Por Pablo Hiriart / Uso de Razón / El Financiero
MIAMI, FL.- El gobierno mexicano ha festejado como un logro el incremento de las remesas de paisanos que vienen a trabajar a este país. Los próximos días tal vez haya mariachis en Palacio Nacional por la cantidad de dinero enviado durante 2021: cerca de los 60 mil millones de dólares.
Otro triunfo histórico del señor Presidente, podrán decir en sus encabezados los periódicos convertidos en aplaudidores del derrumbe.
Esa cifra, en efecto histórica, en realidad es la metáfora del fracaso del gobierno mexicano.
Cada aumento de remesas es igual a un incremento de la vulnerabilidad de México respecto a Estados Unidos.
Por eso aquí no preocupan los desplantes prodictadura venezolana, anti-OEA o en favor de la farsa electoral de Ortega en Nicaragua que hace el gobierno del vecino del sur.
México es un país cada día más débil, que come de la mano de Estados Unidos.
Y a sus gobernantes no les duele. Que siga el nuevo capítulo de La marcha de la locura.
Durante el año fiscal recién pasado (octubre 2020-septiembre 2021), hubo 600 mil “encuentros” de mexicanos con la Patrulla Fronteriza, cuando intentaban cruzar ilegalmente a este país.
(“Encuentros” se le llama ahora: la migra puede regresarlos de inmediato a México, o encarcelarlos, según el humor de los agentes).
Jamás, desde que hay estadísticas, ocurría una emigración de mexicanos de esas dimensiones.
Cientos de miles de adultos solteros salen de México cada año a buscar en Estados Unidos el sustento para su familia.
Más de 600 mil (aunque algunos puedan haber intentado cruzar varias veces en un año), de los cuales una minoría son familias (29 mil 311 integrantes) y menores no acompañados (25 mil 967)
La debilidad mexicana frente a Estados Unidos es histórica.
Cuidado, cuando México ha estado débil y dividido –como ahora–, Estados Unidos ha estirado su brazo intervencionista.
Por esa debilidad no toman en serio que el gobierno mexicano proponga la desaparición de la OEA y crear otra sin Estados Unidos ni Canadá. Retrocede solo.
Dejan que el gobierno del vecino del sur diga y al rato se desdiga.
A finales de año hubo un exhorto para combatir, junto con Estados Unidos y Canadá, el expansionismo comercial de China. Aquí pasó desapercibido.
Y no prestarán atención porque la insensatez económica del gobierno mexicano tiene al país postrado ante Estados Unidos.
México se encamina a una recesión con inflación, más una pandemia sin vacunas para menores de 15 años.
Víctor Piz, director de Economía de EL FINANCIERO, apuntó que el Indicador Global de Actividad Económica (el IGAE, del INEGI) retrocedió en octubre por tercer mes consecutivo.
Ahí viene, advierte, la sombra de una recesión acompañada de inflación.
El dinero de los contribuyentes en México se tira a la basura, no sólo por la costosa destrucción del Nuevo Aeropuerto Internacional, sino por el dren de Petróleos Mexicanos, más la desconfianza de los inversionistas por iniciativas como la contrarreforma eléctrica.
Durante los primeros nueve meses (que son las cifras disponibles) de 2021, Pemex perdió 111 mil 135 millones de pesos (contra 3 mil 758 millones en ese periodo de 2018, último año del sexenio anterior).
Y le siguen metiendo dinero a Pemex, para perder.
No hay dinero para medicinas ni para mejorar los servicios de salud, pero sí, y a raudales, para tirarlos en el hoyo de las ocurrencias presidenciales.
El gobierno de México es un fracaso, cuya dimensión aumenta la dependencia de Estados Unidos.
Se vive de las remesas de paisanos desplazados a Estados Unidos por la falta de oportunidades (como nunca antes), y del sector exportador que despegó gracias al TLCAN.
¿Qué celebran?
Opina sobre este artículo...