El síndico municipal de Bahía de Banderas, de nombre Julio César Robles Lima, ex priista que tuvo hueso de regidor en el octavo ayuntamiento que presidió el nefasto Héctor Paniagua, y durante el cual «se hizo de mulas Pedro», y que ahora es edil por el «izquierdista» Partido del Trabajo (PT), reclamó derecho de réplica al portal NOTICIAS DLB por la reseña de la sesión de cabildo que publicó el colega Rubén G. García, en la gustada columna POLÍTICA TROPICAL.
Robles Lima le pide al columnista «pruebas» de lo que publicó, acerca de que él (el síndico) acudió ante varios notarios públicos de Bucerías a solicitar la escrituración de uno o varios predios propiedad del municipio de Bahía de Banderas, lo cual podría constituir delitos de despojo y abuso de funciones, por lo menos, pero el problema es que le falló la puntería (no se sabe si por cobardía o por no saber leer), al pedir derecho de réplica y amenazar al periodista en lugar de hacer el reclamo a la presidenta municipal Mirtha Villalvazo que fue quien en su cara lo descubrió, quien en su cara, a un metro de distancia, le dijo que ella ya sabía que él (el síndico) había ido con los notarios a pedir la escrituración de terrenos que no le pertenecen, porque son del municipio. Mirtha se lo dijo en su cara, públicamente, ante el resto de los regidores, en la sesión de Cabildo del miércoles pasado, misma que fue trasmitida en vivo por Facebook, en la página del ayuntamiento local, y que Robles Lima puede ver una y otra vez (porque allí sigue el video como todos los demás) para que vea que fue la alcaldesa quien lo delató, y donde se puede ver que él se quedó callado, sin responder nada, sin ejercer su derecho de réplica ante la presidenta municipal, tal vez noqueado emocionalmente al ser descubierto sorpresivamente.
Así las cosas, el petista lo que debe hacer es reclamarle a la presidenta municipal, pero no lo hará porque el puesto que tiene lo tiene gracias a Mirtha, porque él iba en fórmula con la actual alcaldesa, y el PT en todo Bahía no sacó más de 1,200 votos, es decir, 600 votos menos que en la elección de 2017, y que no sirven para ganar el importante cargo que hoy ostenta y que le debe a Morena y a Mirtha.
Por cierto que ha llamado mucho la atención que en esa misma sesión de Cabildo se haya aprobado la solicitud de un crédito bancario por 60 millones de pesos sin saberse a qué irá destinado ese dinero, aunque imaginamos que será bien empleado en gasto corriente o para iniciar algunas obras, de esas que tanta falta hacen en Bahía de Banderas.
Sin embargo, es extraño porque se supone que de enero a abril de cada año es cuando más recaudación hay porque se reciben los pagos de las licencias de funcionamiento, el predial, el agua potable y otros impuestos, lo que permite al ayuntamiento en turno tener recursos frescos y más o menos abundantes, sin embargo, parece que en este primer año de la nueva administración no ha sido así y los ciudadanos y empresarios no están acudiendo a pagar como se esperaba, tal vez por las dificultades económicas causadas por la pandemia, quizás por problemas de organización y capacitación internos del gobierno municipal (hubo unos días en que no funcionaba el software o el sistema de las computadoras de las cajas de tesorería) o tal vez por la falta de confianza de los contribuyentes. Como dice el maestro Carlos Virgen Fletes: debe existir confianza entre los causantes para que vayan a pagar con gusto. Por cierto que el ex tesorero, oriundo de San Juan de Abajo, le dijo en una entrevista a nuestro colega Roberto Cervantes que el 67 por ciento de los ingresos del ayuntamiento de Bahia de Banderas proviene de fuentes propias, a diferencia de los ingresos del gobierno estatal, que apenas llegan al 7 por ciento.
Entonces, en el caso de Bahía de Banderas, si la ley de ingresos establece 1,218 millones de pesos en total para este año 2022, los ingresos propios que se esperan deben rondar los 806 millones de pesos, cantidad que parece muy difícil de alcanzar si ya desde ahora se ve que no está cayendo suficiente dinero en la Tesorería, y se tiene que pedir prestado.
Y por hoy es todo, aquí nos leemos el jueves.
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