Por Rubén Íñiguez
Carlos Urzúa denunció que 600 mil fantasmas aparecen en la nómina de la prestación de los adultos mayores, por lo que eso representa una fuga de 50 mil millones de pesos en el sexenio en donde ya no existe la corrupción. Definitivamente nadie sabe a cuál bolsillo fueron a parar, a los de la primera familia, a las obras faraónicas y elefantes blancos o, si algunos siguen el ejemplo del Caudillo de nada más traer doscientos pesos en la bolsa y poner fortunas al amparo de la parentela o sus amigos y más cercanos colaboradores.
En un trabajo publicado en la revista Nexos, el exsecretario de Hacienda y Crédito Público, actual investigador y catedrático de economía, Carlos Urzúa, mostró en un artículo llamado “El cartucho encendido” cómo los manejos discrecionales del presupuesto permiten, a través de algunos malabarismos, desaparecer cifras millonarias, mientras se utiliza una bandera bastante noble como es la pensión de los adultos mayores que, dicho sea de paso, el bondadoso inquilino de Palacio Nacional, se adjudica, aunque en realidad es una prestación que ya existía desde Vicente Fox.
Con datos que no han sido refutados en alguna mañanera, el maestro Carlos Urzúa, indica que, según cifras de la Comisión Nacional de Población, establece que en México existen 10.8 millones de adultos mayores. Sin embargo, la Secretaría del Bienestar otorga pensiones a 11.4 millones de personas de ese rango de edad. Es el sexenio de los “otros datos”.
Pero ahí no para la cosa, pues añadieron 17 mil 280 millones de pesos más, a los 440 mil millones de pesos que ya se destinan a ese programa asistencialista.
Es decir, se requiere una auditoria o una encuesta real de los beneficiarios, para saber quién está mintiendo, pues la CONAPO señala que son 10 millones, 760 mil, 014 adultos mayores. La pregunta es: A pesar de que, suponiendo que todos los adultos mayores, sin excepción, que lo dudo, estén afiliados al programa del bienestar, ¿en donde están los otros 600 mil adultos mayores a los que también se les otorga ese beneficio?
El endeudamiento urgente, radical y a corto plazo, según expone Carlos Urzúa, será la herencia que su “Cartucho Encendido” entregará en favor de la sucesora, basados en el déficit fiscal, pero también en la necesidad de transparentar un programa emblemático de la 4T que, aparte de todo, data de sexenios neoliberales, pero que se ha aprovechado como nunca en la actualidad como cimiento de una campaña electoral permanente, en base al clientelismo de las personas mayores a los que se induce que votar en contra de Claudia Sheinbaum, será votar en contra de sus pensiones.
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