Agencias
Una imagen que se comparte en Facebook asegura que no se ha adquirido deuda externa durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, pero eso es falso.
Por lo menos desde el inicio del sexenio y hasta enero de 2021 se ha adquirido una deuda aproximada de 2,800 millones de dólares con el Banco Mundial y de 18,316 millones de dólares por bonos en mercados internacionales.
Compartida en más de 2,900 ocasiones, la imagen muestra un supuesto análisis de la deuda externa de México, de manera anual y en promedio por cada gobierno de las administraciones presidenciales de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y López Obrador.
En ella asegura que la deuda externa con el actual presidente de México es de 0 pesos y lo califica como “histórico”.
Una deuda con el Banco Mundial que supera los 2,880 millones de dólares
El gobierno de López Obrador sí ha adquirido nuevas deudas. En lo que va del sexenio, el Banco Mundial ya aprobó 6 proyectos de crédito al Gobierno de México con un valor de 2,880 millones de dólares.
El primero fue el 28 de marzo de 2019 por 400 millones de dólares (MDD), otro el 18 de junio de 2019 por 500 MDD, uno más el 6 de febrero de 2020 por 110 MDD, otro el 27 de febrero de 2020 por 120 MDD, luego uno más el 19 de mayo de 2020 por 1,000 MDD y finalmente el 23 de diciembre de 2020 por 750 MDD.
Los créditos a través del Banco Mundial, explicó a Animal Político la economista Valeria Moy, son otorgados siempre y cuando sean para el desarrollo. Es decir, para cuando un país no tiene dinero para realizar un proyecto para mejorar su bienestar y economía.
Una deuda que supera los 18 mil millones de dólares
Además de los préstamos otorgados por el Banco Mundial, el país ha accedido a otras formas de financiamiento, como el uso de bonos en mercados internacionales para traer capital, usarlo y pagarlo en diferentes plazos.
En una revisión de los comunicados de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se puede mostrar que la deuda por bonos asciende a los 18,316 millones de dólares.
El primero fue el 16 de enero de 2019 cuando solicitaron 2,000 millones de dólares (MDD) en bonos. El segundo fue el 1 de abril de ese mismo año por 2,800 MDD. El tercero ocurrió el 26 de junio de ese año por 1,500 MDD.
Para el 2020, hubo otras 3 acciones similares. El 13 de enero fue por 1,750 millones de euros -un aproximado de 2,111 MDD. Para el 22 de abril fue de 6,000 MDD. Finalmente el 14 de septiembre fue por 750 millones de euros -cerca de 905 MDD.
Y en lo que va de este año, solo ha sido uno. El 4 de enero por 3,000 MDD.
La deuda externa siempre existirá
Una deuda externa ocurre cuando un país pide un préstamo a instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
Valeria Moy explica que la deuda externa siempre ha existido y es algo que utilizan todos los países en el mundo.
Aunque la palabra deuda siempre suele relacionarse con el concepto de “malo”, la deuda externa no se puede considerar como eso o como algo “bueno”, solo es una herramienta financiera que permite gastar dinero que no se tiene en ese momento y pagarlo en un futuro.
Y además de la deuda externa, explica la economista, los gobiernos también utilizan otras herramientas para financiar los gastos y hacer posibles grandes proyectos.
Por ejemplo, también acceden a deudas con bancos nacionales o colocan Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) para recibir dinero por parte de los ciudadanos.
Y todas las deudas que se tienen, diversifican su pago en corto, mediano y largo plazo.
Por eso, concluye Moy, “decir que en un país no se tiene una deuda externa, sería imposible”.
El indicador que debe importar
Aunque en la imagen que circula en redes sociales se promedia la deuda anual de los últimos 4 sexenios, la economista describe que no tiene mucho sentido hacer eso.
Es decir, para saber cuánta deuda adquirió un gobierno deben sumarse todos los préstamos o créditos adquiridos a lo largo de ese sexenio.
El dato que más se usa para evaluar la deuda de un país es el “cociente de deuda del Producto Interno Bruto” (PIB). Y se saca en una división entre la cantidad de deuda y el PIB.
Para febrero de 2021 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportaba una deuda del 49.2% del PIB.
La especialista comenta que “no hay que asustarnos con el porcentaje de deuda, el chiste es que lo puedas pagar. Tú puedes pedir prestado todo lo que quieras mientras tu país crezca. Si crece arriba del porcentaje de la tasa de interés de la deuda, se paga solo”.
En conclusión: durante la administración de López Obrador si se han acumulado nuevos créditos que se suman a la deuda externa y eso, dentro de una organización gubernamental, es normal y necesario para realizar proyectos.
Medir el promedio anual de deuda externa es un ejercicio que no sirve de mucho. Lo importante es que el país crezca -en porcentaje- por arriba de la tasa de interés que se tiene en la deuda, para que se pueda pagar.
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