500 mil manifestantes llenaron el Zócalo de la CdMx en defensa del INE

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx). – Al grito de “¡El INE no se toca!”, alrededor de 500 mil manifestantes se congregaron hoy en el Zócalo de la Ciudad de México para protestar contra el llamado Plan B de la reforma electoral, impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y mediante el cual se intenta “desmantelar” a este órgano electoral, ante las elecciones presidenciales de  2024.
Vistiendo camisas y cachuchas de color rosa, los manifestantes fueron llegando en larguísimas filas por Madero, Pino Suárez, Tacuba, 20 de Noviembre y demás calles que desembocan en la plancha del Zócalo capitalino.
“¡A eso vine! ¡a defender al INE!”… “¡No somos uno, no somos cien, pinche gobierno, cuéntanos bien!”, coreaba la multitud mientras agitaba pancartas, banderolas rosa y banderas de México… y se acomodaba en la calurosa explanada.
Desde el estrado –colocado en la esquina de Palacio Nacional y el edificio de la Suprema Corte–, los animadores del evento gritaban con micrófono en mano: “¡Dame una I!”… “¡Dame una N!”… “¡Dame una E!”… “¡Qué dice!”.
Y la multitud respondía largamente y al unísono: “¡Iiinnneee!”.
Las largas mantas se desplegaban hasta en las terrazas del Hotel Majestic, del Gran Hotel de México y demás edificios de cantera que quedan frente a Palacio Nacional, con leyendas que decían: “En defensa de la democracia” o “Mi voto no se toca”.
Tres enormes pantallas, que flanqueaban al estrado, trasmitían las imágenes de la “concentración rosa” que poco a poco se iba agrandando en el Zócalo, y también pasaban videos de la marcha del pasado 13 de noviembre que igualmente se realizó para defender al INE de los “embates” del gobierno lopezobradorista.
En punto de las 11 de la mañana, comenzó a hablar la primera oradora del evento, la activista y periodista Beatriz Pagés Rebollar, quien pidió a los ministros de la Suprema Corte de Justicia echar al “basurero de la historia” el Plan B porque es “inconstitucional” e “inmoral”.
“Manden al basurero de la historia al Plan B, no avalen una reforma electoral inconstitucional e inmoral”, arengó Pagés, entre aplausos y vítores.
Y agregó:
“Estamos en el corazón de la República para defender la democracia, para insistir una y mil veces más: El INE no se toca, nuestro voto no se roba, estamos listos para impedir un golpe a la Constitución y a nuestras libertades”.
Aseguró que el actual gobierno está chantajeando a los legisladores “para desmantelar al INE” y así encadenar al país a “ideologías totalitarias”.
Por ello, pidió “salvar a la política con la ciudadanización de la política”, en la que “los jóvenes” deben tener un papel importante.
Pidió construir un gran “frente ciudadano” para poder ganar las elecciones de 2024 y así ponerle un alto “a la mentira” y “al populismo” del actual gobierno.
Levantó Pagés el brazo empuñado y exclamó: “¡No pasarán! ¡no pasarán!”… y la multitud coreó también la consigna.
El segundo y último orador fue José Ramón Cossío, ministro en retiro de la Suprema Corte y quien externó su confianza en que esa institución finalmente va a declarar “inconstitucional” el Plan B, pues atenta contra los órganos electorales.
Afirmó Cossío:
“Estoy seguro que los ministros considerarán que las irregularidades en los procesos legislativos tienen un serio potencial invalidatorio, sé que los ministros declararán que las normas electorales, que reducen los recursos humanos y presupuestales  de los órganos electorales, violan los principios de equidad y certeza”.
También recordó que desde el Poder Ejecutivo “han arreciado” las descalificaciones contra los ministros de la Corte, al tildarlos de “hipócritas” y de estar aliados a la “corrupción”.
Agregó:
“Tengo la confianza de que todos ellos evidenciarán que no son ciertas las expresiones del presidente, de sus colaboradores”.
Aseguró que los ministros sabrán cumplir con el papel que les marca la Constitución y preservar “la vida democrática del país”, al votar contra el plan B.
Entre aplausos, Cossío concluyó su discurso exclamando: “¡Mi voto no se toca!”.
Bajo el sol ardiente y entre la multitud, lo escuchaban atentos José Woldenberg, expresidente del IFE, Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD; Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI; el panista Santiago Creel, presidente de la Cámara de Diputados; Josefina Vázquez Mota, senadora del mismo partido; Lía Limón, la alcaldesa de la Álvaro Obregón que arribó al Zócalo con un contingente vestido de rosa y blanco.
Concluyó el evento poco antes del mediodía, luego de entonar todos juntos el Himno Nacional Mexicano, cuyos acordes salían de las potentes bocinas colocadas cerca del templete e inundaban la repleta explanada del Zócalo.
“¡Aquí estuvimos más de 500 mil mexicanos!”, aseguraban los animadores del evento, mientras la multitud se dispersaba por las boca calles y se tocaba el Huapango, la obra sinfónica del compositor Pablo Moncayo, considerada como el segundo Himno Nacional.

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