Por Alejo Sánchez Cano
Las tres mega obras del sexenio de AMLO no solo absorben más presupuesto que el estimado, sino que han dejado sin recursos a innumerables programas, fideicomisos, apoyos a la generación de nuevos empleos, respaldo a pymes e incremento a las participaciones estatales, entre muchas acciones que requieren el respaldo de recursos etiquetados.
Dicen los diputados que buscarán las coincidencias para a partir de ellas, conformar el Paquete Económico del 2022, sin embargo, las prioridades son diferentes a las que tiene el principal huésped de Palacio Nacional, quien se ha empecinado en seguir con la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, que por cierto estás quedando como uno de los mejores supermercados del mundo, pero no como terminal aérea, si acaso servirá para algunos vuelos locales y párele de contar.
La refinería de Dos Bocas, resultó ser una apuesta perdedora en virtud de que mientras el mundo le apuesta a la generación de energías sustentables, el gobierno de AMLO va por la quema de combustibles fósiles, eso sin mencionar que buena parte del año está bajo el agua.
Las refinerías han dejado de ser un próspero negocio para convertirse en barriles sin fondo, de hecho la refinería de Deer Park en Houston, que comprara Pemex, presentó pérdidas por 360 millones de dólares en el último año.
En cuanto al Tren Maya, las cosas están peor, ya que aparte de devastar las selvas del sureste del país y pisotear los derechos de los grupos indígenas, a cada rato modifican el trazado original, lo que implica más recursos.
Cuando obras de esta magnitud se maman todo el presupuesto posible, pues en qué cabeza cabe que habrá recursos para resolver los problemas que aquejan a la población.
No hay forma, la cobija es muy pequeña y las prioridades del presidente son muy diferentes a los que tiene la gente.
De igual manera, el fondeo a los programas de política social del gobierno se están incrementando exponencialmente a niveles peligrosos para el 2024, año en que el aumento de las pensiones y del servicio de la deuda, así como el rescate de PEMEX y CFE, serán de tal magnitud de que el gobierno no tendrá recursos para subsanarlos.
La contratación de deuda por parte del gobierno de López Obrador ya es superior a la que contrataron Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto juntos, durante sus sexenios.
La reforma fiscal que se requiere para cubrir el gasto del gobierno, no solo obligará a gravar alimentos y medicinas, sino que la base tributaria, sufrirá los coletazos de las pésimas decisiones del gobierno.
Este es el escenario al que se enfrentan los diputados para conformar el presupuesto, así que mis estimados e ingenuos legisladores de oposición, no alienten esperanza, ni desborden optimismo, porque simplemente no hay forma de aprobar un presupuesto alterno.
El próximo año, se recrudecerá la falta de ingresos para el gobierno y si se cae el precio del petróleo, entonces, estaremos ante un gobierno en quiebra.
El legislador Carol Antonio Altamirano (Morena) aseguró que en la discusión del paquete económico del 2022, los diputados de su grupo parlamentario trabajarán por dos grandes objetivos.
“Tenemos dos prioridades: la primera, respaldar todo aquello que mejore la salud y agilice el combate a la pandemia, y a la par, promover los programas sociales y proyectos que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene perfilados para la segunda mitad de su mandato”, dijo.
“Si asumimos que las acciones en salud reducen riesgos de mortandad, protegen a la población vulnerable y se impulsa la actividad productiva, deberíamos cuidar y, si es posible, aumentar los recursos a la compra de vacunas, reforzar el personal médico y la infraestructura con una asignación global de 794 mil millones de pesos. En este tema no debiera haber diferencias ni regateos por parte de la oposición”, advirtió el diputado de Morena.
Añadió que la otra área de trabajo son los programas prioritarios como la pensión para adultos mayores, Sembrando Vida, becas y otros más que no sólo ya han demostrado sus bondades sociales, sino que incluso la dirigencia del sector privado valora como apoyos al consumo, porque generan mayor demanda y en ese sentido alientan la recuperación.
Aseveró que por lo que respecta a los proyectos de inversión es correcto que se refuercen para que el corredor del Istmo de Tehuantepec, el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía, así como obras de Conagua, SCT, Pemex y CFE avancen de manera importante, generando empleos y mejorando la infraestructura del país.
Respecto del método y calendario de trabajo, el diputado, quien en otras legislaturas ha sido integrante de las comisiones de Hacienda y Crédito Público, y de Presupuesto, señaló que debe empezarse por revisar con cuidado los ingresos petroleros, tanto el precio de la mezcla mexicana proyectada en 55 dólares, el horizonte de producción de 1.8 millones de barriles, así como la modificación en materia de IVA, donde se establece un nuevo esquema simplificado con declaraciones precargadas para facilitar a las declaraciones de los pequeños contribuyentes, por ser los puntos clave de la discusión de los ingresos petroleros y no petroleros.
“Si se actúa con método, éste no es momento de generar falsas expectativas ni de alentar polarizaciones. Primero hay que resolver la discusión en materia de ingresos a finales de octubre y después pasaremos a la discusión de los egresos, con las dos grandes prioridades que ha marcado el Ejecutivo y que las y los diputados de Morena seguramente vamos a respaldar”, enfatizó.
Estamos ante dos visiones encontradas y en donde solo predominará una, la del grupo en el poder.
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