La auditoría a la Cuenta Pública del 2020 realizada por la Auditoría Superior de la Federación es un asomo del desaseo gubernamental que nos embarga.
Por VERÓNICA MALO GUZMÁN
La purificación de la vida pública propuesta, pedida y prometida por López Obrador no ha sido escuchada ni tomada en cuenta por los suyos. Por lo mismo, tampoco cumplida por la administración pública.
Basta leer algunas de las observaciones e inconsistencias detectadas en lo que ha sido el informe —la tercera entrega— de resultados de la Cuenta Pública del 2020 por parte de la Auditoría Superior de la Federación.
Cual sea el programa auditado, programa que presenta faltantes. Y aunque el presidente AMLO sugiere que todo encontrará su cauce, las rectificaciones a miles de dificultades —algunas de ellas descomunales— son complicadas de instrumentar.
Esta vez, la Presidencia de la República sí se da por enterada de que la ASF detectó irregularidades en Dos Bocas, en el Tren de Istmo, en AIFA, pero no da acuse de recibo de muchas otras. Desde las encontradas en el Tren Maya, pasando por lo relativo a las jubilaciones de los adultos mayores y terminando por toda una lista que suma miles de millones de pesos.
¿Podrán ser solventadas todas las inconsistencias y puestas en marcha las recomendaciones pertinentes? Para fines del discurso obradorista seguramente se dirá que sí, sin embargo hay algunas constantes que recorren la 4T que lo hacen poco probable. El 90 por ciento de honestidad no existe, lo que constituye una ofensa hacia la población más necesitada —si bien está no lo sabe—; imposible de comprender de quienes se autodenominan diferentes.
Valga un listado de solo algunos de los focos rojos detectados:
Anomalías por 817.3 millones de pesos en el programa ‘Sembrando Vida’.
Irregularidades por ¡5 mil 640.6 millones de pesos! en Seguridad Alimentaria Mexicana Segalmex. (Es el monto irregular más alto detectado en la cuenta pública 2020 para una dependencia del gobierno federal).
42.9 millones de pesos en irregularidades en el pago de pensiones para adultos mayores.
Un desfalco por 920 millones de pesos en ventiladores para respiración pulmonar requeridos durante la pandemia.
Un desfalco de 377 millones de pesos a cuenta de Ana Guevara y la Conade (ya están siendo investigadas judicialmente por ello).
Irregularidades por mil 288.5 millones de pesos en la construcción del Tren Maya. Adicionalmente, la programación de construcción del tren no consideró el costo ni las fuentes de financiamiento para todas las medidas de prevención, mitigación y recuperación ambiental requeridas para llevar a cabo el proyecto.
¡2 mil 728 millones de pesos! como daño a la Hacienda Pública en todo lo que constituye el sector salud producto del mal uso de recursos. (Este es uno de los sectores más observados en el informe. Nunca sabremos las verdaderas dimensiones en términos de afectaciones a la salud de los mexicanos).
Además de lo anterior, al menos ¡3 mil 500 millones de pesos! en irregularidades en los recursos devengados para la atención de la pandemia por Covid 19.
Registrar muertos y a niños para el otorgamiento de microcréditos. ¡Increíble!, encontraron beneficiarios de entre 100 y 111 años de edad, el pequeño detalle, es que estos viven en el panteón…
Pagos por 10.1 millones de pesos a 2 mil 55 personas, quienes murieron antes de recibir los apoyos.
Miles de adjudicaciones directas sin motivación ni justificación.
Miles de bienes y servicios adquiridos sin las características requeridas.
Pagos de objetos sin haberlos recibido nunca.
Un sinnúmero de Comprobantes Fiscales Digitales (CFDI) faltantes.
Cientos y cientos de proveedores sin cumplir los requisitos fiscales exigibles.
Las observaciones sobre serias anomalías continúan y continúan y continúan. El combate a la corrupción en este régimen es tan solo un fantástico mito.
No hay respeto ni siquiera para los muertos y los enfermos. Tampoco para los pobres al usar el dinero de los programas los cuales se supone deberían llegar para ayudarles.
Los faltantes pueden ser subsanados, sí. Y las recomendaciones realizadas por la ASF no son vinculantes o forzosas de cumplir, no. Incluso algunas podrán ser señaladas como “errores de la ASF”. Pero los pronósticos no son nada alentadores para México cuando hay informes que no se presentaron en razón de que ¡el gobierno federal pidió se reservaran!
Irregularidades por más de 48 mil millones de pesos en la tercer y última entrega del paquete de auditorías del Gasto Público de 2020 muestran que las corruptelas siguen. Y falta revisar ahora el 2021…
La auditoría a la Cuenta Pública del 2020 es un asomo del desaseo gubernamental que nos embarga. El país hace agua y la mayoría de la población ni enterada.
Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero
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