La Hacienda de Miravalles – En la opinión del LIC. LUIS MARTÍN H. ULLOA

JURIS POPULIX TANTUM

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Por asuntos de orden jurídico, el día de ayer, tuve la oportunidad de visitar el pueblo pintoresco de MIravalles, Municipio de Compostela, ciudad histórica y reconocida por tradición.

Tuve el placer de contemplar el imponente casco de lo que en su tiempo fue la Hacienda de Miravalles y dentro de ella y con acceso a la calle, una monumental iglesia católica con detalles finos, bien terminados pero desgastados por el transcurso del tiempo.

El impacto que me causó ver esos desgastes propios del tiempo, me llevó a reflexión y así me pregunté a mi mismo, sobre la presencia de nuestras autoridades federales en que materia de rescate a nuestro haber Patrimonial histórico están realizando, y concluí después de mi personal ejercicio reflexivo, que ninguna presencia ni el menor interés.

Lamento el hecho de que el INAH muestre su apatía y desinterés en dar el menor o básico mantenimiento a esa instalación histórica donde vivió el insigne personaje de la Condesa que en vida respondió al nombre de María Conesa, muy estimada por los lugareños de su momento, cuyo reconocimiento, cariño y respeto se hace sentir hasta el día de hoy, a través de varias generaciones.

Conversando con algunas personas de edad avanzada, pude captar el enfado y la molestia, según sus argumentos, de que en el lugar de Miravalles existe una mina de metales preciosos, la cual es explotada por extranjeros y que solo se le da una mísera participación al comisariado ejidal del lugar.

Esta situación al igual que la primera me llevó a reflexión de nueva cuenta sobre los injustos sociales que vivimos no tan solo en MIravalles, sino también en todo México.

Estas apreciaciones, simples en apariencia, son de compartirlas con mis queridos lectores, y a través de ellas es de hacer un llamado a las autoridades correspondientes legalmente relacionadas con ellas, a efecto de que pongan interés en esta situaciones por demás vergonzosas. SALUD.

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