LAS TARJETAS DE CRÉDITO – En la opinión del LIC. LUIS MARTÍN H. ULLOA

JURIS POPULIX TANTUM

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La Historia de la humanidad registra durante el desarrollo de la edad media la creación de los productos financieros denominados “Las tarjetas de crédito”, diseñadas por la orden legendaria de los Caballeros del Temple o mejor conocidos como los Templarios, arduos defensores de la fe Cristiana en el medio oriente.

Su presencia en Europa y en Israel fue de tal magnitud, que producto de sus constantes conquistas, fueron atesorando cuantiosas riquezas, logrando una enorme capacidad económica para poder prestar dinero a la sociedad.

Así es como surgen dichos instrumentos Financieros usados muy comúnmente hasta nuestros días modernos.

Ahora bien, y para el desafortunado caso en que nuestra economía no nos alcance para pagar el importe de pago regularmente mensual a la Institución Financiera que nos la haya concedido, este acontecer redunda en un tremendo caos en el que nos vemos casi consumidos en nuestra triste humanidad.

Pues por vía de consecuencia devienen serias preocupaciones que nos quitan el sueño y no nos permiten descansar y hasta nos pueden enfermar y causar la muerte.

Las gestiones de cobranza y recuperación realizadas por gestores capacitados, algunos de ellos Abogados, son muy acérrimas, pues la consigna hacia ellos por parte de las Instituciones otorgantes, es recuperar no importando los medios utilizados, haciéndose consistir en llamadas frecuentes, entrega constante de requerimientos de pago a nuestros domicilios en papel, y presencia física de dichos gestores a nuestros hogares y centros de trabajo, actitudes verdaderamente insoportables.

La cuestión es muy clara pero poco conocida, estos gestores hacen hasta lo imposible por recuperar los montos de crédito y sus accesorios vía extrajudicial, justamente en esa modalidad, pues bien saben que por políticas internas de los Bancos e instituciones de crédito, estos montos NO son recuperables por la vía Judicial.

Mas sin embargo, es atinado y de buen gusto apreciar que dichos instrumentos de crédito son oportunos y de gran utilidad práctica en nuestra vida cotidiana y lo aconsejable no es no utilizarlas, sino hacer un buen uso de ellas, de manera responsable, pues nos pueden sacar de verdaderos apuros.

Es recomendable ser puntuales en el pago de dichos créditos con el objeto de seguir siendo sujetos de los mismos con el fin de ser distinguidos y disponer de buen historial crediticio.

Ane el desempleo e insolvencia, acudir de inmediato a solicitar gracia de pago, antes de ser molestados por los gestores y evitar complicaciones.

Saberlas utilizar es de sabios, así evitemos los placer e ilusiones vanos, y dispongamos de ellas solo para necesidades básicas.
SALUD.

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