Reivindicar y defender la verdad

Por Enrique de la Madrid

Este mes de diciembre se estrenó en Netflix la película “No Miren Arriba” (Don´t Look Up), una muy buena sátira de algo muy grave que ocurre en la sociedad: el cómo hemos dejado de valorar la búsqueda de la verdad, y sin encontrar la verdad no podremos resolver los problemas que más nos aquejan hoy en día.
Sin ánimo de hacer spoilers les recomiendo ver esta película donde retratan una realidad similar a lo que está pasando con el cambio climático y con muchos otros temas en nuestro país.
En la película, la humanidad enfrenta un peligro inminente, un cometa impactará a la tierra en menos de seis meses, y los científicos que lo descubrieron  se lo advierten al mundo literalmente a gritos (que poco caso les hace), mientras que los políticos no generan las acciones necesarias para combatir el problema, los medios de comunicación le dan el mismo espacio que a noticias irrelevantes pero divertidas, y la sociedad está dividida entre los que niegan que existe el problema y los que lo reconocen.
Se llega al extremo de que desde la propia Presidencia de los Estados Unidos se hace una campaña para que la gente no mire hacia arriba, a fin de evitar que tengan que enfrentarse con la realidad y politizar un hecho por demás relevante para la supervivencia de la humanidad.
¡Cualquier parecido con la actitud que nuestras autoridades sanitarias han tomado desde la llegada del COVID-19 es una mera coincidencia!
Actualmente la humanidad no enfrenta la amenaza de un asteroide, pero sí enfrentamos otros muchos temas como el cambio climático, una crisis de salud provocada por el COVID-19, problemas por migración, desigualdad, violencia y falta de oportunidades para miles de millones de personas.
La única forma de resolver los graves problemas que más nos aquejan es hacer un esfuerzo serio y racional por entender cómo funcionan y qué les dio origen en verdad, porque si nos damos explicaciones falsas, nuestras soluciones también serán falsas y no serán efectivas para resolver nuestros problemas y aprovechar las muchas oportunidades que tenemos.
Al cáncer no le importa lo que opines de él, si el cáncer no se trata a tiempo puede ser mortal; mucha gente que no creía en la existencia del COVID-19 y lo negaba burdamente, murió por este virus; aunque alguien desconozca la ley de la gravedad, está se cumplirá todo el tiempo. La verdad siempre termina por imponerse a la ignorancia y a los prejuicios.
Es la verdad, no nuestras creencias, lo que mejor cuida de nuestra salud y es la verdad la que nos hará libres. El lema de la prestigiosa Universidad de Harvard es «veritas», que significa verdad, por lo importante que es para los humanos.
Es cierto que todo mundo tiene derecho a tener su opinión, pero no a sus propios datos ni a su verdad; de esta forma nunca nos vamos a poner de acuerdo y fomentaremos sociedades cada vez más polarizadas, también más propensas a la violencia.
No estar de acuerdo con algo o con alguien es sano y es lo más normal del mundo. La diversidad es la fuente de riqueza del pensamiento humano, no obstante, es una grave falta de humildad pretender imponer nuestra opinión como si fuera una verdad probada.
En el caso del cambio climático, la gran mayoría de la comunidad científica ha mostrado evidencia contundente de que existe y de que es causado por los humanos. Se vale dudar, pero si se va a contradecir el arduo trabajo de miles de expertos, lo mínimo que debería hacer uno es una investigación seria y profunda para dar evidencia de lo contrario.
Debemos ser conscientes que hay dos obstáculos importantes en la búsqueda de la verdad: el primero es que hay gente con intereses políticos, económicos o sociales de mentir y difundir noticias falsas para así obtener beneficios.
Por ejemplo, durante mucho tiempo se difundió la información de que fumar cigarrillos no hacía daño a la salud o se ocultó la gravedad de la presencia del plomo en la gasolina.
En la película “No Miren Arriba”, la presidente pide ocultar la información del cometa porque en poco tiempo se realizarían elecciones y temía perderlas si se daba a conocer la noticia del cuerpo celeste.
Los humanos hemos dado más valor muchas veces a nuestros intereses egoístas sobre la verdad, lo que nos ha llevado a difundir noticias que sabemos son falsas, especialmente en la era del internet cuando es tan fácil difundir mentiras manipuladoras.
El segundo obstáculo a la búsqueda de la verdad son los sesgos cognitivos. Nuestro cerebro busca explicaciones de lo que ocurre a su alrededor y está dispuesto a darse explicaciones aunque éstas sean falsas. Lo hace así porque está programado a reaccionar con velocidad para salvar nuestras vidas como ocurría hace miles de años.
Por eso somos tan susceptibles a creer en las teorías de la conspiración, ya que nuestro cerebro flojo siente que con eso encontró una explicación a los temas de nuestro alrededor.
Para tratar de llegar a la verdad podemos tomar el camino de pensar, que es más exacto pero que requiere esfuerzo, investigación y experimentación. Por el contrario, podemos tomar un camino corto, donde tomemos explicaciones que nos hagan sentido rápido y que requieren poco esfuerzo, pero la probabilidad de que sean falsas y por lo mismo nos equivoquemos son muy altas.
Lo más valioso en esta vida requiere de esfuerzo, y la verdad es una de las cosas más valiosas para la humanidad;  por ello creamos la filosofía, que proviene de filo que significa amor y sofía que significa sabiduría, el amor por la sabiduría, es decir, el amor por esforzarnos para llegar al conocimiento, a la verdad.
Ha sido este amor y esfuerzo por la verdad y el conocimiento lo que ha creado más progreso en la humanidad, tanto en la medicina, la economía y la industria. Por eso es tan importante lo que platiqué con Raúl de Anda, fundador de Unreasonable México, en Dios podemos confiar, pero todos los demás debemos proporcionar evidencia y datos.
Sólo basándonos en la evidencia y valorando la verdad es que lograremos resolver los grandes problemas que aquejan hoy en día a la humanidad y a nuestro país, como la pobreza, la inseguridad, la desigualdad, la salud, la educación, el cambio climático y la falta de oportunidades para millones de personas. Los prejuicios y las mentiras, vengan de donde vengan, y más si vienen del poder,  nos alejan de la verdad y por lo mismo de la solución de nuestros problemas y de la posibilidad de mejorar el nivel de vida de nuestra población. ¡La verdad nos hará libres y también más felices!
Un buen propósito de año nuevo es combatir nuestra ignorancia y prejuicios, acercarnos a la verdad, y de esa manera lograr una sociedad más próspera, justa, incluyente y sustentable como la que deseamos todos los mexicanos.
¡Feliz 2022!

 

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