Las razones por las que Facebook debe morir ya

Por Karina Tapia / Digitaltrends

Meta, propietaria de Facebook, WhatsApp e Instagram, vio cómo 230 mil millones de dólares de su valor de mercado se desvanecieron en el aire la semana pasada, lo que marcó la mayor caída en un día para cualquier acción estadounidense en la historia.
Este descenso se produjo después de que la compañía informara que el crecimiento de usuarios había disminuido, situación que dejó ver que una baja en el número de visitas a sus sitios es más peligrosa para el gigante de las redes sociales que cualquier denuncia.
En el último trimestre de 2021, los usuarios activos diarios de Facebook cayeron de 1,930 millones a 1,929 millones. Si bien puede parecer poco si se compara con la cifra total, es la primera vez que la compañía reporta una caída en el uso diario desde su fundación hace 18 años.
¿Será esto el comienzo del fin de Facebook? El hecho de que disminuyan los usuarios de la plataforma demuestra que cada vez tiene menos razones para existir, y es que no tiene mucha utilidad estos días.
Actualmente, existe una plataforma que reemplaza casi todo lo que ofrece Facebook. Para videos y transmisiones en vivo tenemos YouTube y Twitch; para historias e imágenes, están Tiktok e Instagram; para la mensajería instantánea tenemos Whastapp y Telegram; para las conexiones laborales existe LinkedIn; para las discusiones está Reddit o Quora; para las noticias tenemos a Twitter, y finalmente, para tener citas está Tinder.
Sí, Facebook ofrece el paquete completo, y es cómodo tener todas las funciones en un mismo lugar. Pero, lamentablemente, la plataforma últimamente se ha transformado en un lugar de discusiones retrógradas y, muchas veces, de descalificaciones gratuitas y desinformadas.
Además, Facebook recopila enormes cantidades de datos sobre sus usuarios, y sabe sobre cada uno de nosotros más de lo que creemos, aunque esto nunca ha sido un secreto. Entre la información recopilada por Facebook se encuentra el historial de navegación, ubicación e historial de búsqueda, que son datos que a muchas personas les gustaría mantener en privado. Se puede intentar limitar la cantidad de datos que recopila Facebook, pero eso no cambia el espíritu de la empresa.
Además de la recopilación de datos, Facebook rastrea a los usuarios mientras visitan otras aplicaciones y sitios web. De hecho, esto es algo que ha desatado una batalla entre Facebook y Apple, con esta última lanzando una función antiseguimiento que significa el final del identificador para anunciantes (IDFA). Apple argumenta que la transparencia es clave, pero Facebook, por otro lado, dice que la pérdida de este seguimiento afectará a sus anunciantes de negocios pequeños.
De cualquier manera, mucha gente encuentra este seguimiento bastante intrusivo, como la Generación Z y los Millennials.
Mark Zuckerberg, presidente ejecutivo y fundador de Meta, dijo que el crecimiento de las ventas de la empresa se vio afectado porque las audiencias, especialmente los usuarios más jóvenes, se fueron a la competencia, como TikTok y YouTube.
No es común ver adolescentes en Facebook. De hecho, algunos dicen que es una plataforma para “mamás y abuelos”. Por otro lado, todos son nativos digitales con un alto grado de comprensión cultural, un fuerte disgusto por cualquier elemento que viole su privacidad personal y un buen olfato para los disparates políticos.
Es por eso que los menores de 18 años han optado por otras plataformas: Tik Tok, Snapchat y, probablemente, Instagram. Este grupo quiere encriptación de extremo a extremo, no quiere ser rastreado, temen al acoso en línea y el discurso de odio, y no les gustan los anuncios. Y sobre todo, no quieren estar en las mismas redes sociales que sus mamás, papás, abuelos o cualquier pariente.
En 2017, Facebook perdió alrededor de 2.8 millones de usuarios estadounidenses menores de 25 años, con la mayor disminución ubicada en el segmento de edad de 12 a 17 años, y eso se nota al ingresar a Facebook.
Y por ese camino también van los millennials. Porque, seamos realistas, Facebook es una máquina de odio, un lugar donde el contenido negativo se vuelve mucho más viral que el positivo. En consecuencia, los millennials conscientes se están volviendo cautelosos.
Además, ahora son oficialmente demasiado mayores para discutir con extraños y conocidos en línea, no les interesa que manipulen su estado de ánimo, no tienen tanto tiempo libre para desperdiciar en Facebook todos los días y ya no es necesario que pasen por esta red para compartir fotos de sus animales o de sus hijos con amigos o familiares como se hacía antes.
Aunque inicialmente Facebook tenía como objetivo unir a todas las personas, sus efectos han generado lo contrario, haciendo que las masas armen un gran debate casi por cualquier cosa. A pesar de ello, la madre de las redes sociales no morirá tan pronto. Aún es posible ver a mucha gente mayor de 26 años rondar por la plataforma, donde exponen sus logros con los amigos virtuales y comparten memes como si los años no hubieran pasado.

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